La riolita es una roca ígnea volcánica de composición ácida o félsica. Está formada por feldespato, plagioclasas, sanidina y altas concentraciones de cuarzo. Contiene cantidades pequeñas de minerales máficos como la biotita, también aluminio y potasio. Por su estructura química y los minerales que la integran, es equivalente al grano fino del granito. Su brillo es tenue.
La roca ígnea extrusiva se forma a partir de erupciones explosivas, a temperaturas que superan los 700 °C. que expulsan a la superficie de la Tierra un magma ácido, rico en sílice. El enfriamiento rápido de la lava da lugar a la riolita. Es de color gris claro y algunas veces de matices rosas o amarillos, por la presencia del feldespato potásico. Es de textura afanitica (grano fino) y apariencia vítrea.
También se le conoce con textura porfídica, producida por la cristalización de las plagioclasas o sanidinas antes de la erupción volcánica. Sea cual sea su textura, los minerales que constituyen la riolita no son reconocibles a simple vista. Es necesario el uso de microscopios y el análisis de delgadas láminas.
Características de la Riolita
La textura de la riolita, diferente a la de otras rocas de origen volcánico como el granito, se debe a su corto período de cristalización. Este proceso favorece la formación de vidrio e impide la formación de grandes fenocristales (en la textura afanitica). Mientras que en las de textura porfídica interviene más la forma en la que expulsa sus gases, encapsulando algunos cristales de mayor tamaño.
Esta roca es dura (6.5-7 en la escala de Mohs) y firme. Surge de la intervención del fuego a grandes profundidades de la corteza terrestre. Es de sistema cristalino trigonal y pertenece a la clase de minerales silicatos/óxidos.
Localización
Producto de las erupciones volcánicas violentas, la riolita es común en los Andes suramericanos, donde existen cantidades de volcanes con intensa actividad. También se le halla junto a piedras pómez, obsidianas y tobas volcánicas en ambientes geológicos similares a los de Sudamérica. De igual manera, en continentes y sus márgenes, con condiciones tectónicas.
La mayor proporción de riolita se encuentra en Nueva Zelanda, donde nubes de ceniza y vapor se fusionaron con manantiales ricos en azufre. También en Australia y España. Y aunque es una roca común, se consigue en menor medida que el basalto.
La riolita presenta una estructura fluidal en bandas, o franjas que se forman durante el recorrido de la lava en distancias cortas. A esta condición debe su nombre, proveniente de las palabras griegas “rhyax” o río, que significa corriente; y “litos” o lita, que significa roca.
Uso de la Riolita en la industria
En el pasado la riolita se empleó en la elaboración de cuchillos y puntas de flechas, ideales para la caza de alimentos y autodefensa. Hoy esta roca perteneciente a la familia de los granitos es utilizada en la ingeniería civil para el recubrimiento de edificios y esculturas. También en novedosos diseños urbanos y decoraciones.
Por su carácter resistente se utiliza en el campo de la construcción para el relleno y pavimentación de vías y el levantamiento de firmes columnas.
En la orfebrería…
En el campo de la orfebrería es celosamente tratada. En la riolita se hallan en ocasiones piedras preciosas, en cavidades que se han formado por el escape de gases durante el enfriamiento. Gemas de gran valor en el mundo, como el jaspe, topacio, ágata, ópalo y el berilo rojo, se consiguen en tamaños codiciados.
Es útil en la elaboración de bisutería, en especial de péndulos, a los que se le atribuye una gran carga espiritual por las propiedades naturales de la roca.
Los coleccionistas persiguen la riolita verde con inclusiones de calcedonia, conocida como jaspe orbicular. También la riolita de tonos marrones con inclusiones de cristal o jaspe leopardo.
Propiedades naturales
Es usual que las personas lleven consigo y coloquen en un lugar privilegiado de la casa una muestra de riolita. Se dice que tiene poderes sanadores y protectores. La también llamada piedra de las corrientes disuelve los padecimientos, cargas negativas y atrae la buena suerte.
Por su alto contenido en cuarzo, hasta el 63% de su estructura, el feng shui la considera un instrumento de transformación. Renueva las energías del aura, fortalece alma, cuerpo y mente. Favorece la autoestima y otros procesos vitales como el amor, la felicidad, creatividad y el progreso.
Colocada en el entrecejo trabaja el chakra del plexo solar, ayuda a enfocar los problemas presentes y visualizar rápidas y factibles soluciones. Potenciando el progreso en diversos campos de la vida. Sirve a la meditación. Es la roca principal de los nacidos bajo el signo virgo.
La riolita es un símbolo místico del fuego, tal vez por su origen volcánico.
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