Los minerales tienen un sinnúmero de aplicaciones para la salud y la economía. La magnesita destaca por su utilización en la industria siderúrgica o de la construcción. Está formada, sobre todo, por carbonato de magnesio, aunque tiene otros elementos e impurezas (Mn, Fe, Ni, Co y Ca), que le confieren diversidad de matices.
La magnesita es uno de los tantos minerales tipificados como “clase 5”, que incluye carbonatos y nitratos. Su descubrimiento se dio en el siglo VIII. La primera descripción que aparentemente se tuvo sobre ella, fue realizada por Dietrich Ludwing Gustav Karsten (1768 -1810), un matemático alemán, quien hizo alusión a su composición y ubicación.
No sólo despertó el interés de este estudioso de los números, quien finalmente lo caracterizó como carbonato. El naturalista francés y minerólogo Jean Claude Delamétherie, fue quien le bautizó en 1785 como magnesita. No obstante, esta palabra también servía para mencionar a otros tantos minerales que contenían magnesio.
Estructura de la magnesita
Visualmente, la magnesita luce como una masa de microcristales, densa y turbia, que guarda cierta similitud con la porcelana. Sus matices pueden variar entre el blancuzco, grisáceo o amarillento. Conforme su grado de pureza sea mayor, la porción se verá más amarilla terrosa. Si tiene trazas de hierro o calcio, en sustitución del magnesio, se observará traslúcida.
Cuando la roca se expone a luz ultravioleta, se vislumbra una fuerte irradiación lumínica, que expide matices verdes, blancos o azules. Su dureza en la escala de Mohs es de 4 a 4.5. Su fórmula (Mg, Fe) CO3 es la principal.
Yacimientos de magnesita
Existen diversas formas de hallar magnesita en el medioambiente, especialmente en rocas sedimentarias, conocidas como evaporitas. Ellas se desarrollan en ríos salados tras su secamiento y contienen altos niveles de magnesio.
Asimismo, la magnesita se puede ubicar en depósitos de calcita o dolomita, por sustitución metasomática. Con dichas rocas suele ser confundida en ocasiones, aunque visualmente es más gruesa.
Adicionalmente, la magnesita puede surgir a partir de la perturbación de piedras ígneas básicas y serpentinas.
Su desarrollo más relevante se da en países como Estados Unidos, Brasil, Rusia, Polonia, Austria y china, donde están la mayor cantidad de reservas de magnesita a nivel mundial. Austria y Grecia se cuentan entre los sitios con yacimientos importantes, mientras que Turquía, Eslovaquia, Australia y Canadá la producen en menor grado. En España también está presente, y es allí donde se encuentra el mayor depósito europeo.
Usos económicos
La magnesita es de gran utilidad para diversas actividades de tipo industrial. De este mineral se pueden obtener dos compuestos: magnesio metálico y sales de magnesio. El primero, es ideal para la empresa metalúrgica, pues permite crear aleaciones mucho menos pesadas, que suelen ser requeridas en el área aeroespacial, específicamente para mejorar los materiales de fabricación para aviones.
En su estado crudo, la magnesita es esencial para fertilizar terrenos, mientras que como ingrediente en la confección de vidrios y cerámica, juega un papel fundamental. Lo mismo sucede en la preparación de cargas blancas para pintura, plásticos, además de insecticidas y pesticidas.
La magnesita se emplea para evitar el aglutinamiento de los granos en la sal de mesa o para elaborar cemento, estuco, cauchos o papel. Sin embargo, no todas sus aplicaciones están al alcance, pues también es un componente popular de los explosivos.
La mayor parte de la producción de magnesita va a la calcinación, puesto que de este proceso se obtiene óxido de magnesio, para ladrillos refractarios y otros químicos.
Beneficios de la Magnesita
Las sales de magnesio tienen gran importancia en la industria farmacéutica, puesto que en cantidades adecuadas, funcionan como un purificante de la sangre, equilibrando el PH. Asimismo, permiten combatir las lesiones en los músculos, que sufren deportistas de alto rendimiento.
Otro órgano que recibe innumerables beneficios de este mineral es el corazón. Su ingesta permite reducir la probabilidad de sufrir taquicardias o arritmias cardiacas. Si se combina con el calcio, su utilidad se multiplica pues evita que la contracción de las arterias, favoreciendo un flujo sanguíneo adecuado.
Contraindicaciones
No se recomienda si hay una enfermedad del corazón preexistente, ya que puede producir efectos adversos de cuidado. Lo mismo si usted sufre de afecciones renales, causando daños irreparables y de dolor considerable. Por estas razones, no se recomienda su consumo en periodo de gestación o si se tiene problemas de digestión habituales.
Incluso con los estrictos controles para su venta, este mineral puede producir un efecto laxante, con los malestares habituales que esto conlleva: dolor de estómago o debilidad generalizada. Para mantener la situación controlada, es ideal que una persona adulta sólo ingiera 300 mg de su derivado (carbonato de magnesio) al día. Conforme avance la edad del paciente, la dosis debe ser más pequeña.
Bienestar emocional
Aunque la magnesita no es considerada una piedra preciosa, expertos sugieren que es un amuleto de gran poder para alcanzar el éxito, el amor o la suerte en general. Para quienes ya están en pareja, aporta amor desinteresado entre las partes y mayor apertura para recibir.
Cuando la relación es compleja, permite fortalecer el amor incondicional y el respeto mutuo, superando el egoísmo, permitiendo mejorar la comunicación. La magnesita también ayuda a reducir el estrés, el miedo, la irritabilidad y la intolerancia.
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