A lo largo de 6 mil años, el lapislázuli ha sido una roca muy apreciada por joyeros por su profundo color azul. Su nombre deriva de la combinación de 2 vocablos, “lapis” que es el término latino con que se denomina piedra y “lázuli” deriva del árabe y significa color azul. Su color azul profundo, ha mantenido, a lo largo de los siglos un atractivo especial. El lapislázuli es sumamente requerido, al igual que la conocida turquesa azul cielo. Se la considera una gema accesible en lo que refiere a su valor económico, siempre engarzada en anillos y pulseras.
Características del lapislázuli
Al lapislázuli se la considera una piedra semipreciosa y en su composición intervienen los siguientes minerales: lazurita – conocida también como azurita -, silicato cálcico complejo quien le proporciona su característico color azul, wollastonita y calcita, que producen el veteado gris y blanquecino, y pirita, que produce los reflejos dorados. Esta última variedad es la más apreciada por los joyeros, ya que las vetas doradas le otorgan una mayor vistosidad. Esta combinación de minerales que intervienen en su composición, hacen que el lapislázuli no sea considerado un mineral, sino una roca.
El lapislázuli es una gema bastante suave, posee una dureza, en la Escala de Mohs de 5-6, es sensible a las presiones fuertes, las altas temperaturas y a los productos químicos del hogar. Los joyeros suelen recomendar no realizar tareas del hogar, como el lavado de platos y utensilios de cocina, para evitar daños a la joya.
El lapislázuli en la historia
Los antiguos egipcios tenían un aprecio muy especial por esta piedra, que era utilizada para adornar los escarabajos sagrados. También era colocada en las máscaras funerarias para rendir homenaje a los difuntos. Los médicos egipcios la utilizaban para la elaboración de remedios en forma de polvo.
A partir del polvo de la lazurita es posible obtener un pigmento azul, conocido como azul ultramar. Durante la Edad Media, este pigmento, se usaba para producir el característico color azul de ultramar utilizado por pintores o para teñir telas en la industria textil. Los grandes pintores en la Europa del Renacimiento, y en América, los pintores de la escuela cuzqueña, lo utilizaban debido a su estabilidad y permanencia de color.
Leonardo da Vinci y otros artistas plásticos llegaron a denominar al lapislázuli como «oro azul». Como consecuencia de esto el valor de esta gema llegó a superar cuatro veces el precio del oro. Fue utilizado en la fabricación y decoración de muebles para conferirles valor, algunos de los cuales pueden observarse, en la actualidad en museos de Europa y en numerosas colecciones privadas.
Los budistas en el Tíbet, sostienen que Sangye Menla, el buda de la medicina, obtiene su capacidad de curar a partir de esta piedra.
Durante los siglos XII y XIII, las distintas monarquías francesas fueron las que incorporaron las vestimentas teñidas con los pigmentos extraídos del lapislázuli, y fue desde allí que pasó a la pintura y otras artes plásticas.
Yacimientos
Los más antiguos yacimientos de lapislázuli fueron descubiertos hace ya 6000 años, se ubican en los agrestes terrenos de las Montañas occidentales Hindu-Kush, en Afganistán. En la actualidad, de estos yacimientos se obtienen las gemas de mejor calidad. Existen otros yacimientos que son explotados en Alemania, Angola, Canadá, Chile, Myanmar, Pakistán, en la zona del Lago Baikal, en Rusia y en California y Colorado, en los Estados Unidos de América.
En Chile, en la región conocida como Flor de los Andes —ubicada a 3600 metros de altura, en la cordillera de Ovalle, al este de Tulahuén, en la comuna de Monte Patria— fue encontrado un yacimiento a mediados del siglo XX. En cercanías de este yacimiento, en 1921, fue descubierto una piedra de lapislázuli con forma de punta de flecha, esto hace suponer que ya era conocida en los tiempos prehistóricos de América por los diaguitas y otras culturas precolombinas
Algunos datos que quizás no sabías del lapislázuli
La conocida copa Jules Rimet con la que se premiaba a los ganadores de la Copa Mundial de Fútbol, en las ediciones anteriores a 1974, tenía su base confeccionada con lapislázuli. Este trofeo, que estaba en poder de Brasil, fue robado en 1983 y nunca más se supo de él.