La baldosa es considerada un material de revestimiento desde épocas antiguas. Es un producto elaborado con arcillas naturales, componentes minerales y diversos aditivos. Todos los elementos se someten a un proceso de modelado para darle forma, luego se aplican métodos de secado, barnizado y decoración.
Para su preparación se lleva a cocción mediante procesos térmicos obteniéndose piezas de baldosa con propiedades técnicas y estéticas particulares. Se utiliza para revestir suelos y paredes. En la arquitectura, específicamente en el campo de la construcción, es catalogada como material semielaborado. Una vez instalada en suelo o en pared es que adquiere categoría de producto acabado.
En principio la baldosa era seca, con poros apreciables. Paulatinamente, fueron modernizándose las técnicas de elaboración. Se obtuvo para finales del siglo XX una baldosa con muy poca porosidad y absorción de agua.
CARACTERÍSTICAS
La baldosa es una placa de dimensiones generalmente, regulares y de poco grosor. El reverso puede exhibir cualquier color. La superficie puede ser variada: vidriada o no vidriada, con textura que puede llegar al relieve, decorada o no, de acuerdo con la coloración.
Existe diversidad de formas. Las hay desde cuadradas, rectangulares o romboidales hasta las que ostentan un mayor número de lados, como las hexagonales. Éstas son producto de la modernización de los modelos tradicionales.
Es resistente al clima, al impacto, al desgaste por abrasión y al deslizamiento. Otras características son reacción al fuego y su conductividad térmica derivada de la capacidad aislante de los materiales.
TIPOS DE BALDOSA
La baldosa ha evolucionado hasta obtenerse distintos tipos en forma y colores, satisfaciéndose de esta forma el interés y preferencias de las personas. Se clasifican desde diversos criterios. Uno de ellos es el nombre con el cual se comercializan, conociéndose de la siguiente forma:
Barro cocido: Es una baldosa con color pero no es uniforme, por ello debe tenerse precaución al momento de colocarla. Se escoge entre todas las piezas similares. No tiene decoraciones. Es bastante porosa y poco resistente a ciclos de hielo o deshielo. Es fácil de manchar, por lo que requiere hacerle constantes labores de mantenimiento. Comúnmente, se emplea para los pavimentos.
Azulejo: Se fabrica a través de prensado, en semiseco, se somete a más de una cocción. Es de color blanco grisáceo, porosa, con aplicación de vidriados y decoraciones. Existencia de múltiples productos de acuerdo con el color del cuerpo, el proceso de fabricación, los formatos, entre otros factores.
Gres rústico: Se le denomina rústico por la destonificación de sus piezas. Este tipo de baldosa posee muy poca porosidad, no se le aplica vidriado, tampoco tiene decoración. Suele tener un buen comportamiento antideslizante. Principalmente se usa para pavimentar.
Gres esmaltado: Se destina a revestimiento y pavimento. Es fabricado mediante una sola cocción. Se le aplican vidriados y decoraciones, y además es de baja o media porosidad. Tiene buen comportamiento a las manchas, casi todas se limpian fácilmente.
Gres porcelánico: Es de baja porosidad, gran capacidad de absorción de agua y resistente a las heladas. Se fabrican de muchos colores y pueden tener esmalte en su cara principal. De forma mecánica alcanza un brillo extraordinario. Esta baldosa tiene una alta resistencia mecánica y química.
INSTALACIÓN DE LA BALDOSA
Para una correcta instalación de la baldosa es necesario considerar una serie de recomendaciones:
Superficie de colocación: se debe limpiar previamente la superficie de colocación. Esta tiene que quedar seca, nivelada, firme y aplanada.
Pegamento: requiere utilizar la herramienta apropiada para aplicar el pegamento preparando la superficie de modo tal que la adhesión de la baldosa al pegamento sea adecuada. Se debe emplear pegamentos de reconocida calidad y en perfecto estado. Se preparará siguiendo debidamente las instrucciones.
Colocación de las piezas: hay que seleccionar piezas de distintas cajas simultáneamente, pero teniendo cuidado que sean de igual matiz y dimensión. Luego, se debe colocar las piezas y aplanarlas mediante presión. Para ello se usa un martillo de goma con el cual se darán pequeños golpes. De esta forma se asienta y mejora la adhesión de la baldosa.
Terminación
Carateo: una vez instaladas o pegadas todas las baldosas, se realiza el carateo. Consiste en sellar o llenar las juntas de las piezas, tanto en el piso como en la pared, con una base líquida de cemento blanco o estucado de color. Es pertinente que pueda lavarse, sea antimoho y elástico para garantizar la buena calidad del proceso.
Existen materiales especiales diseñados para hacer el carateo como la llana de goma. Una vez aplicado o llenadas las juntas de las baldosas, deben limpiarse adecuadamente los excedentes, preferiblemente con una buena esponja.
Juntas: Se debe cuidar las juntas de colocación, considerar 3 mm mínimo de separación entre las baldosas. Se sugiere usar alguno de los separadores existentes, porque favorecen la instalación, el logro de la uniformidad y un acabado perfecto. Una vez retirados los separadores, con un cepillo de plástico se procede a limpiar las juntas.
Limpieza final: para finalizar se limpia la superficie con agua, jabón y una lana de acero. Hay que cuidarse de no usar algún ácido que pueda dañar la superficie de la baldosa.
Cabe destacar que la creatividad y el ingenio conducen a la formación de diferentes motivos decorativos. Estos diseños pueden ser sencillos, clásicos o muy modernos. Combinando los colores, las formas y disposición de las piezas se obtienen bellas composiciones.
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