La aventurina o también conocida como venturina, es una de las tantas variedades de cuarzo existentes. Su nombre proviene del vocablo de origen latino, ventura que significa azar y esto se debe a que su descubrimiento se debió a hechos fortuitos. La aventurina es un cuarzo muy apreciado debido a que por las impurezas que contiene adquiere colores muy particulares, que van desde el verde hasta el rojizo. Generalmente, esas impurezas corresponden a incrustaciones de distintos tipos de mica.
Estructura química y propiedades de la aventurina
Por ser una variedad de cuarzo, posee una composición química donde predomina el Sílice e integra la clase 4 de la clasificación de Strunz, por lo que se la considera un óxido. Su fórmula química es SiO2. Las impurezas más habituales que pueden presentar los cuarzos como la aventurina, son: litio, sodio, titanio y potasio.
No es susceptible de ser exfoliada, es decir que no puede cortarse en láminas paralelas. Su dureza es de 7 en la Escala de Mohs, por lo que tiene la capacidad de rayar los aceros comunes. Su densidad es de 2,65 gramos/cm3 y logra su punto de fusión a los 1713°C.
La aventurina posee las características fisicoquímicas del cuarzo, pero tiene propiedades ópticas peculiares, como la fluorescencia y la tendencia a la opacidad.
Los colores de la aventurina
Debido a las inclusiones que posee, sus colores pueden variar. si las inclusiones de los cuarzos son de mica fuchsita, le otorgan su color más reconocido, el verde esmeralda que, en ciertas circunstancias puede ser azul. Estas inclusiones pueden presentar destellos plateados y hasta dorados si la inclusión es de mica moscovita.
Cuando la aventurina presenta inclusiones de hematitas, un mineral compuesto de óxido férrico, adquiere colores que van desde el pardo rojizo hasta el naranja. En estos casos se la conoce con el nombre eosita.
La actinolita, un inosilicato, le da un color verde, similar al provocado por la mica fuchsita.
La mayoría de la aventurina verde y azul se origina en Karnataka, en la India. Es posible, también, encontrar yacimientos de aventurina en Estados Unidos de América, Sudáfrica, Alemania y Austria.
En cuanto a sus aplicaciones, se emplea principalmente en joyería o como piedra ornamental. Sus características ópticas – aventurinamiento y opacidad – favorecen la talla en cabujón o en esfera, pero la aventurina se presta también para realizar estatuillas, camafeos y sellos o para ser tallado en planchas y pulida. En este caso, sin embargo, la heterogeneidad de su composición hace más difícil el pulido.
Meteorización
Al igual que otras variedades de cuarzo, se caracteriza por su resistencia a la meteorización, es decir a descomponerse al ser expuesta y entrar en contacto con la atmósfera. Sin embargo, en caso que llegue a meteorizarse, la aventurina no se descompone en minerales nuevos. Recordemos que luego de los feldespatos, los cuarzos son los minerales de mayor presencia en la corteza terrestre.
Curiosidades de la aventurina
Según se cuenta, en Venecia, más precisamente en la isla de Murano, en pleno siglo XVII, un maestro vidriero se encontraba trabajando cuando por un descuido – “per ventura”, según el idioma – dejo caer unas láminas de cobre dentro de la pasta de vidrio con la que se encontraba trabajando. Al enfriarse, el resultado fue la obtención de unos cristales iridiscentes similares a ciertas variedades de cuarzos con efectos ópticos similares, a los que se llamó aventurina.
Las antiguas estatuas que se encuentran en el Tibet, poseen sus ojos hechos de aventurina. Algunos piensan que esto se debió a un error ya que lo que se pretendía usar eran piedras de jade, que se consideraban de buen augurio en esas zonas de oriente. Al parecer, los escultores decidieron continuar usando aventurina.
Deja una respuesta