La crisoprasa es uno de los minerales que conforman a la extensa familia de las calcedonias. Sus cantidades de níquel dan origen a ese singular tono verde manzana, que la hace tan atractiva al ojo humano. Unos estudios afirman que el nombre de esta gema se deriva de las palabras griegas jrisos y prasos que, en conjunto, significan puerro dorado o piedra preciosa. Otros sugieren que proviene del griego krioso grisson que traduce oro verde.
La microporosidad es uno de los rasgos de esta piedra que aparece en capas o finas venas. Antiguamente, se veía con mucha regularidad en Rusia, Polonia e India. De ella se obtienen láminas ovales, alfileres, pulseras y gargantillas, por mencionar algunos objetos.
En Grecia y Egipto se aprovechó la crisoprasa para la decoración y para la elaboración de piezas religiosas. Muchas rocas sedimentarias y magmáticas pueden contenerla.
CARACTERÍSTICAS DE LA CRISOPRASA
Las crisoprasas se componen de una serie de cristales muy finos, que no se perciben a simple vista. Para poder establecer las diferencias entre unos y otros, se debe contar con un equipo especial que permita alcanzar grandes ampliaciones. Precisamente esta característica, la diferencia de otras piedras similares como la amatista, el cristal de roca y el cuarzo cristalino.
La dureza de la crisoprasa se ubica en 6.5-7 MOHS. Tiene una forma curvada, muy parecida a la del sílex (una variedad de cuarzo conformada por silice). Por tratarse de una calcedonia, entra también en el grupo de los cuarzos, específicamente en la clasificación de los óxidos, con el formulario SiO2.
De origen volcánico, la crisoprasa resulta de un proceso de cristalización denominado trigonal. No es una piedra que se ubique tan fácilmente, pero cuando se halla y es trabajada por el hombre, tiende a ser más hermosa que la amatista. Los menos conocedores la confunden con el jade.
FORMACIÓN Y AMBIENTE DE LA CRISOPRASA
Como se mencionó anteriormente, la crisoprasa posee pequeñas proporciones de níquel (elemento de la tabla periódica que se identifica con el símbolo de Ni). El mismo resulta de la disolución acuosa hidrotermal de procedencia volcánica o de la meteorización de serpentinitas niquelíferas.
En algunas zonas de Australia, la crisoprasa suele aparecer en forma de nódulos, cerca de la goethita (mineral de tonalidad café) e incluso sobre capas de sílice y hierro.
PRINCIPALES yacimientos DE CRISOPRASA
A lo largo de los años y tras décadas de búsquedas, se han podido localizar grandes yacimientos de crisoprasa. Gracias a estos hallazgos, naciones enteras han podido establecer el comercio de este tipo de piedra, que se ha vuelto muy cotizada. Los yacimientos más importantes se encuentran en diferentes departamentos o estados de Brasil, Madagascar, Estados Unidos, Perú y Tanzania.
UN POCO DE HISTORIA
Los pilares fundamentales de las murallas de Ciudad Santa, Nueva Jerusalén, están hechos de crisoprasa. Es una de las 12 piedras preciosas que lo conforman, según lo descrito en la Biblia, específicamente en el libro de Apocalipsis en su capítulo 21 versículo 20. Tales gemas, según el simbolismo medieval, identifican a los 12 apóstoles que estuvieron junto a Jesucristo. La crisoprasa se le atribuyó a San Judas Tadeo.
Historiadores aseguran que Alejandro Magno (Rey de Macedonia) llevó consigo una crisoprasa en cada una de las guerras en la que participó. La piedra lo acompañó durante décadas, hasta que en una oportunidad, mientras se bañaba en el río Eufrates (India), una serpiente lo abrumó, dejando caer la crisoprasa al río. Se dice que nunca pudo recuperarla.
CRISOPRAS Y TERAPIAS
Para muchas personas, la crisoprasa posee un alto valor, no sólo por su utilización para la fabricación de collares, zarcillos, pulseras y demás, sino también por sus propiedades espirituales. De hecho, es conocida en muchos lugares como la gema que incrementa las ganas o la alegría de vivir.
Quienes usan o llevan una crisoprasa, lo hacen con la convicción de que esta gema los llenará de coraje para enfrentar los problemas cotidianos. Además, representa una excelente opción para quienes sienten miedo a relacionarse con otras personas, ya que ayuda a superar ese bloqueo, permitiendo entablar nuevas amistades.
Como si fuera poco, la crisoprasa es muy empleada en terapias de sanación energética, específicamente en tratamientos con cristales. Esto se debe a su poder para propiciar la relajación y el sueño reparador. Cuando instantes de euforia, estrés extremo e histeria, se coloca sobre el chakra cardíaco.
Otros beneficios terapéuticos
Según se ha comentado, esta piedra se utiliza para desarrollar la creatividad y favorecer la consolidación de nuevos proyectos.
La crisoprasa se puede adaptar a infinidad de joyas e incluso colocar en diferentes espacios de la casa, para aumentar las sensaciones de seguridad, confianza, independencia y compromiso.
Otro atributo que se le da, es el de estimular la concentración, la fluidez del habla y patologías de orden mental y emocional. En el zodiaco, la crisopasa está directamente vinculada con los signos de Tauro, Virgo y Cáncer.
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