Es una de las rocas más extendidas de la corteza terrestre, pero el basalto también se encuentra presente en las superficies de la luna de y de Marte. Es una roca ígnea volcánica. Su presencia es más abundante en el fondo de los océanos. Su formación es producto del rápido enfriamiento del magma que expulsan los volcanes. Ésta es la causa por la cual suele presentar vacuolas y cubrir extensas áreas. El basalto que se encuentra expuesto a la atmósfera tiene tendencia a meteorizarse. Por el contrario, el procedente de bancos sanos posee una muy buena calidad que lo hace apto para su uso en construcción.
Características del basalto
El basalto se identifica por su color oscuro, es una roca rica en hierro y magnesio. A su vez y comparándola con otras rocas ígneas posee un bajo contenido en sílice. Suele presentarse, también, en forma de vidrio, variando su cantidad de cristales. Frecuentemente contiene fenocristales de olivino, augita y plagioclasa. Los basaltos a menudo tienen una textura porfídica con los fenoscristales anteriormente mencionados y una matriz cristalina fina.
Controversias sobre el origen del basalto
En el ámbito científico existen opiniones contrapuestas respecto al origen del basalto. Esto tiene que ver con que, si en estado de magma es primario, es decir que se originaría directamente de la fusión de rocas o si deriva de otro tipo de magma más máfico. En cualquier caso, existen diversas rocas que comparten varios elementos comunes que permiten, mediante su fusión directa o su fusión y posterior refinamiento, produzcan magma basáltico. Entre estos elementos se encuentran: la peridotita, la piroxenita, la hornblendita, el basalto mismo y otras rocas procedentes de basaltos metamorfoseados, como la anfibolita y la eclogita.
Usos y propiedades del basalto
A lo largo de toda la historia de la humanidad, se ha utilizado esta roca ígnea como material de construcción por parte de muchas culturas, Podemos destacar a los Olmecas de México, el Antiguo Egipto, y el pueblo rapanui, en la Isla de Pascua sólo por señalar algunas de ellas. En la actualidad se ha desarrollado un tipo fibras artificiales de basalto que son utilizadas para reforzar las estructuras de hormigón.
El basalto es una roca impermeable, pese a ello se desaconseja su utilización en obras hidráulicas dado su excesiva fracturación.
Su coeficiente de dilatación es, sensiblemente, más bajo que el granito, la caliza, la arenisca, la cuarcita, el mármol, o la pizarra, por lo cual recibe poco daño en los casos de incendios.
Debido a su color y textura, posee una baja capacidad de reflejar la radiación, por eso la superficie de las rocas basálticas tienden a calentarse más que otras, por la acción de la radiación solar, los registros indican que el basalto ha llegado a acumular temperaturas de casi 80 °C en el desierto del Sahara. No posee vesículas, también conocido como masivo tiene una densidad de 2,8 a 2,9 g/cm³, esto significa que posee una mayor densidad que el granito y el mármol, pero menos que el gabro. En la escala de dureza de Mohs se ha estimado que el basalto tiene una dureza que puede variar de aproximadamente de 4,8 a 6,5. Pueden presentar vacuolas que se originan en los escapes de gases durante el proceso de cristalización.
Sus formas suaves y redondeadas las convierten en accesorios fundamentales en la ornamentación de jardines. También es posible apreciar rocas de basalto en fuentes y caídas de agua.
Curiosidades
Antiguamente, estas rocas eran muy apreciadas y por eso podemos observarlas en construcciones relevantes de civilizaciones antiguas. Esto tiene que ver, también, con propiedades “mágicas” que se les adjudicaban y alrededor de ellas se han tejido numerosas leyendas e historias que dan cuenta de la importancia que se les asignaba.
Se dice que quien encontraba una roca de basalto en sus dominios y lograba partirla, el dinero y la prosperidad fluiría eternamente en ese hogar, y si la roca era regada con frecuencia, esa abundancia se trasladaba a otras personas y lugares. Otra leyenda hace referencia a que las grandes rocas de basalto eran utilizadas por los gigantes para cruzar el río que divide Escocia de Irlanda, se la llamaba La Calzada de los Gigantes.
Su abundancia en la corteza terrestre, sobre todo en el fondo de mares y océanos, le confiere a esta roca un rol de importancia y su aprovechamiento es objeto de constantes estudios que permitan ampliar su uso, fundamentalmente en lo que a construcción se refiere.
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