Se denomina agentes exógenos a los factores mecánicos, químicos y biológicos que se originan fuera de la estructura terráquea. Su energía proviene del sol. A través de la meteorización, erosión, transporte y sedimentación (procesos exógenos), producen cambios en la superficie de la tierra.
Los agentes exógenos o agentes atmosféricos externos son los responsables de la destrucción y/o modelado del relieve. Modifican las superficies de la corteza generadas por otros procesos en el interior de la tierra, y conllevan a la formación de nuevos paisajes. Actúan directamente sobre rocas y minerales, arrastrando parte de éstos y depositándolos en lugares distantes.
Agentes exógenos mecánicos
Agua
El agua produce el cambio más visible. En su estado sólido, como gran amasijo de hielo, tiene el poder de arrastrar, nivelar o apartar todo a su paso. Un glaciar se desliza con facilidad por la pendiente e impacta contra las rocas ejerciendo toneladas de presión, quebrándolas, modelándolas o bien, llevándolas consigo. Algunos glaciares pueden llegar a ser demoledores.
En su estado líquido, proveniente del mar, río o lluvia, el agua se constituye como uno de los principales agentes erosivos, corrosivos y de transporte. La cantidad y el frecuente flujo de agua se suma a la velocidad en determinadas pendientes. El líquido golpea, arranca, transporta, moldea (generalmente redondea) y arroja las rocas a sus lados, ésto en el caso de los ríos.
En el mar las olas actúan como especies de martillos con el peso de tres toneladas, que golpean una y otra vez la costa. Llevando consigo piedras y peñascos sueltos chocan con frecuencia, moviendo las llamadas rocas fijas. En cuanto a las aguas pluviales o de lluvia, si caen abundante y violentamente, arrastran grandes cantidades de material blando y actúan erosión de superficies más resistentes.
Viento
Este agente externo actúa en los procesos de erosión y sedimentación eólica. Con fuerza levanta el polvo de la superficie terrestre y lo esparce por doquier. En una segunda vuelta mueve los granos de arena aunque a distancias más cortas.
Temperatura
Los repetidos y alternantes procesos de dilatación y contracción, producto del calor y el frío, debilitan los materiales de la corteza terrestre. Las rocas se parten o estallan, según la intensidad del clima y la combinación con otros agentes exógenos. Esto ocurre mayormente en las altas montañas y zonas desérticas, donde los cambios de temperatura son bruscos durante el día y la noche.
Los fragmentos de rocas muchas veces quedan al pie de las montañas o cavernas, los más pequeños se riegan en las superficies aledañas. Son el resultado del proceso de descomposición o alteración llamado meteorización.
Agentes exógenos químicos
El agua de lluvia es también un agente exógeno químico, actúa como disolvente. Penetra las capas de la corteza terrestre, pierde el carbonato de calcio pero gana aditivos ricos en silicatos y sulfatos. Arrastrando compuestos a su paso origina cavernas y posibles depresiones. El carbonato de calcio filtrado en la superficie da lugar a las estalagmitas y estalactitas.
Este agente exógeno -el agua- activa la meteorización química, disuelve, hidrata, oxida, forma ácidos y bases a partir de sales. Se transforma en carbonato. El líquido produce una expansión superficial en algunas rocas y su futura descamación.
Agentes exógenos biológicos
Las plantas
Las especies vegetales destruyen la capa más superficial de la tierra, con sus raíces presionan, deshacen o trocean la corteza. Además las cianobacterias y rizoides de hongos liquenizados liberan ácidos que participan en la disgregación química de las rocas. Son ricas en ácido nítrico, amoníaco, CO2 y otros compuestos que mejoran la acción erosiva del agua.
Las plantas son también agentes exógenos conservadores, capaces de reducir los efectos del agua y el viento sobre la tierra.
Los animales
En el reino animal abundan las especies capaces de remover la tierra, formar montículos o transferir recursos. Conejos, ardillas, ratones, hormigas y termitas destruyen y construyen nuevas superficies. Los castores desvían inclusive el curso de los ríos. Los moluscos participan en la constitución de formaciones coralíferas.
El hombre
No debe disminuirse el poder que tiene de trabajar la tierra, cambiar superficies. El hombre ha cultivado los campos para su supervivencia y sustento económico. También ha ejercido importante acción en la transformación de los suelos para la creación de caminos y medios de comunicación.
Ha creado inclusive los mecanismos industriales para la explotación de las formaciones rocosas y el transporte que la sustenta. A la par de las ciencias y el arte avanza en el camino como agente transformador.
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